Centrándonos en la victoria de Sastre, primeramente, y antes de empezar quiero confesar que nunca ha sido santo de mi devoción, siempre me ha parecido un súper fondista, sólido y resistente como una roca pero nunca le he considerado un ciclista valiente ni espectacular. Todo ello tal vez inducido por el equipo en donde desarrolló los mejores años de su carrera deportiva: el CSC, equipo dirigido con mano de hierro por su director Bjarne Rijs que siempre ha destacado por su conservadurismo ¿ recordáis a Ivan Basso atacar en alguna ocasión a Lance Armstrong ?. Conservadurismo en algunas ocasiones y errores de bulto en otras, como cuando en los Alpes Floyd Landis atacó a inicio de etapa y el CSC de Sastre no dio un triste relevo al Caisse d’Epargne del líder Óscar Pereiro hasta que la ventaja del americano se hizo insalvable. Ya sé que ese día Landis dio positivo por testosterona y que Pereiro tras muchos recursos fue nombrado vencedor del Tour, pero tengo la convicción de que si aquel día el CSC hubiese colaborado, Óscar Pereiro habría podido celebrar su victoria del Tour a su debido momento y en su debido lugar: en los Elíseos de París.
Dicho esto, no puedo si no elogiar el fabuloso Tour que ha realizado Carlos Sastre: soberbio. Se ha mostrado sólido como siempre pero ha demostrado una plusvalía de valentía, pundonor y dotes escaladoras en la etapa del Alpe d’Huez que nos ha entusiasmado a todos. Cimentó su victoria en la estrategia de siempre, aguantar en el grupo de los mejores desde el primer día, no tener ni un solo día malo y llegar a la tercera semana de Tour en la mejor disposición para definir la carrera, y así fue porque en las tres etapas Alpinas se ha mostrado muy fuerte, primero sacando tiempo a los contrarrelojistas en Prato Nevoso, forzando el ritmo y desgastando a sus rivales en la terrible ascensión a la Bonette ( que puertazo: la carretera más alta de Europa ) y rematando la faena tras una durísima etapa ( con pasos previos del Galibier y la Croix de Fer ) en el mejor escenario posible: L'Alpe d'Huez. Y lo hizo en el mejor escenarioo… y de la mejor manera: atacando desde la primera rampa de puerto: primero le siguió Menchov, pararon y en cuanto fueron alcanzados volvió a saltar, pero esta vez en solitario: no fue un ataque explosivo, no fue una aceleración consistente de ir ganando tiempo continuamente, pero muy poco a poco: eso es muy duro para un escapado, psicológicamente demoledor, pero ahí es donde Carlos demostró su determinación, su veteranía y sus grandes dotes como escalador, para llegar a la cima del coloso Alpino victorioso y dedicar la victoria a su cuñado: el tristemente fallecido Chaba Jiménez, curiosamente escalador de características totalmente opuestas a Sastre: tan explosivo en montaña como sólo un Pantani o Ricco se ha visto, pero siempre le pesó demasiado la losa de su irregularidad. Posteriormente en la última Crono del Tour, se defendió perfectamente para conservar su maillot y cumplir su sueño: vestir de amarillo en Los Campos Elíseos de París. Una victoria muy trabajada y merecida. También es cierto que ha contado de lejos con el equipo más fuerte de la Carrera: Jens Voight ( un ciclista todo terreno con muchísimo fondo ), Fabian Cancellara ( que ha empezado a pasar la alta montaña y es el de los rodadores con más potencia que jamás he visto ), los hermanos Schleck ( grandísimos escaladores, ojo con Andy que apunta a que en breve va a retar la supremacía en montaña de nuestro Alberto Contador ) Sorensen ( que buenas ascensiones hizo ) y otros secundarios. Incluso su equipo era tan fuerte, que en determinados momentos del tour había la impresión ficticia de que sus rivales estaban en el seno de su propio equipo, en la figura de los Schleck pero Riis, sabedor de las carencias de Franck Schleck en la crono optó a caballo ganador por Sastre y este no falló a su confianza.
¡ Enhorabuena Carlos Sastre: sobre todo porque has logrado lo que todos sin excepción anhelamos en nuestras vidas: HAS CUMPLIDO TU SUEÑO !
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